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El semanal CERMI.es entrevista a Mario García presidente de Honor de COCEMFE Asturias y ex presidente del CERMI

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MARIO GARCÍA, EX PRESIDENTE DE CERMI (2002-2008)

“SIEMPRE QUE LAS COSAS LE VAN MAL AL PAÍS A NOSOTROS NOS REPERCUTE ENORMEMENTE”

25/06/2021

Blanca Abella

Mario García habla de “un alto índice de logros” en su recuento de los casi 25 años de historia del CERMI, aunque “ninguno fue fácil”. No quiere señalar a ningún interlocutor que se mostrara especialmente colaborador en su etapa en la presidencia, lo que realmente desea expresar es que todos los ministros, secretarios de Estado, e incluso presidentes de Gobierno, “contaron siempre y de forma importante con el CERMI”. A pesar de todo, lamenta que en tiempos de crisis, el sector siempre resulta muy castigado.

 ¿Qué es lo que unió hace casi 25 años a tantas organizaciones, tan diferentes, en una plataforma tan novedosa como el CERMI?

 Sin ninguna duda, la necesidad imperiosa de lograr una única voz, que permitiese lograr afrontar distintas cuestiones todas ellas importantes y fundamentales para nuestro sector. No fue ni mucho menos una tarea fácil poner de acuerdo a las principales organizaciones de la discapacidad, aunque a base de tesón y esfuerzo lo acabamos consiguiendo. 

 Uno de los principales valores del CERMI era su capacidad propositiva, además de la reivindicación, ¿cómo se logra algo así desde los primeros años de actividad? 

 Teniendo las cosas muy claras, sabíamos que no era suficiente llegar a la mesa de negociación apuntando únicamente aquello que estaba mal, teníamos que dar un paso hacia delante para ofrecer también soluciones, y esta forma de negociar fue la clave del éxito.   

 El CERMI consolida su papel de interlocutor con los gobiernos en muy poco tiempo, sus demandas eran numerosas, pero ¿cuál fue la primera gran reivindicación que presentaron?  

 Fueron muchas e importantes, nuestra estrategia consistía en incluir en la agenda política todas las reivindicaciones que teníamos pendientes en distintas materias, desde la formación y empleo, la accesibilidad, las pensiones, la fiscalidad en fin no quedó palo que tocar y afortunadamente con un alto índice de logros.

 ¿Cómo definiría el trabajo del primer presidente del CERMI, Alberto Arbide y qué herencia recibió del mismo? 

 Alberto era un hombre con un gran sentido de la responsabilidad, le gustaba y además trabajaba siempre por la unidad y el consenso. Fue un gran presidente y nos dejó un CERMI consolidado y unido, que no es poco.

 Usted estuvo en la presidencia del CERMI seis años, de 2002 a 2008, fueron los tiempos previos a la gran crisis que comenzó en 2008, ¿cuál es su recuerdo de esos seis años, que tampoco serían fáciles? 

 Fue una época dura, pero a la vez muy fructífera, en ese tiempo logramos que vieran la luz distintas leyes imprescindibles para el colectivo, a modo de ejemplo baste decir que se aprobó la Liondau, el Estatuto Patrimonial, la jubilación anticipada, el IVA superreducido, la ley de autonomía personal y dependencia ….

 ¿Puede señalar una persona o un organismo, o entidad, en concreto con quien la interlocución fuera valiosa y fructífera? 

 Sería tremendamente injusto hablar de una sola persona, organismo o entidad, en los seis años de mandato tuvimos tres ministros y otros tantos secretarios de Estado, todos ellos contaron siempre y de forma importante con el CERMI, así como también lo hicieron los presidentes Aznar y Zapatero.

 ¿Un encuentro o negociación que le gusta recordar, por la cordialidad, el entendimiento o la buena sintonía? 

 Hubo un sinfín de negociaciones como podrá comprender, ninguna fue fácil y me acuerdo de todas y cada una de ellas puesto que al llegar a consensuarlas la satisfacción fue igual de importante y trascendente para el sector.

 ¿Hubo alguna reunión que terminara mal, que resultara muy complicada o con algún conflicto serio?

 Efectivamente hubo varias, quizá y aquí sí lo tengo más claro, la Ley de autonomía personal y dependencia fue una ley difícil y complicada, aunque afortunadamente y después de muchos tira y afloja conseguimos entre todos sacarla adelante.

 El CERMI no tiene color político, afirma usted en una entrevista publicada hace unos años en este medio, ¿qué tiene el CERMI?

 El CERMI, a mi juicio, la única política que debe hacer es la asociativa, hay que tener en cuenta que somos cuatro millones de personas con discapacidad en España, más las familias, pues bien, como es lógico entre tantas personas, hay todo tipo de tendencias políticas.

 ¿Cómo ve al CERMI tras casi 25 años de actividad intensa? 

 Quizá desde la distancia se vean las cosas con mejor perspectiva, y mi percepción es que a nivel interno sigo viendo un CERMI unido y cohesionado, otra cosa es a nivel externo, lamentablemente siempre que las cosas le van mal al país a nosotros nos repercute enormemente, algo que no debería de ocurrir a estas alturas, es muy triste ponerte a negociar y no encontrarte a nadie al otro lado de la mesa.

 

 

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