·         En un Conversatorio de la Fundación CERMI Mujeres que se ha celebrado junto a la agencia de noticias Servimedia

La Fundación CERMI Mujeres (FCM) apuesta por atajar la brecha digital para hacer frente a uno de los grandes desafíos al que se enfrentan las mujeres y niñas con discapacidad y acabar con las desigualdades y barreras a la hora de acceder a las tecnologías y sociedad de la información.

Así lo ha manifestado la entidad este lunes en su noveno conversatorio, organizado en esta ocasión con motivo de la celebración del Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, y que ha sido moderado por el director general de Servimedia, José Manuel González Huesa.

El objetivo ha sido reflexionar sobre los retos, avances y desafíos que encuentran las mujeres y niñas con discapacidad en su acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación. En este sentido, se ha planteado la promoción de la accesibilidad integral como esencial para su plena inclusión en la sociedad, así como la alfabetización digital para fortalecer su acceso a derechos fundamentales que ya se empiezan a desarrollar digitalmente, como el teletrabajo o el acceso a la justicia.

Durante el acto, ha participado la experta senior en Discapacidad e Inclusión en la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea, Inmaculada Placencia; la vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional, e Inclusión Digital del Grupo Social ONCE, Patricia Sanz Cameo; la facultativa del Cuerpo Nacional de Policía, Carmen Pavón; el director de Innovación Ciudadana del Consorcio para el Desarrollo de la Sociedad de la Información y del Conocimiento “Fernando de los Ríos”, Alberto Corpas; y la directora ejecutiva del CERMI Estatal y secretaria del Patronato de la Fundación CERMI Mujeres, Pilar Villarino.

De esta manera, todas las personas participantes han coincidido en la necesidad de paliar esta brecha digital de género que se presenta como consecuencia de la falta de acceso de las mujeres con discapacidad a espacios donde la tecnología es imperante. En este sentido, se ha resaltado que esto produce limitaciones que impiden su incorporación a determinadas esferas sociales y, por tanto, su inclusión en igualdad de condiciones que las demás personas.

Así, se ha señalado la pobreza como uno de los factores que provocan la brecha digital de estas mujeres, que no cuentan con recursos suficientes para adquirir la tecnología, ni cubrir los gastos de conectividad a internet, lo que repercute en una falta de usabilidad y de conocimiento”. La ruralidad, la edad u otras condiciones de exclusión social hacen que esta brecha se vea, si cabe, más agravada en algunas mujeres con discapacidad pertenecientes a grupos incluso más desfavorecidos.

En relación a la educación, se ha incidido en la necesidad de disponer de tecnologías digitales y accesibles para niñas y adolescentes con discapacidad, ya que “en muchas ocasiones dicha inaccesibilidad provoca que sigan abandonando estudios secundarios”, lo que se ha observado especialmente en las situaciones provocadas por el confinamiento.

 CIBERACOSO Y CIBERBULLYNG

Durante el conversatorio también se ha hecho alusión a la violencia contra las mujeres facilitada por las TIC, con una visión especial hacia las mujeres con discapacidad.

En concreto, desde el Cuerpo Nacional de Policía, Carmen Pavón ha explicado la preocupación que existe desde los operadores jurídicos por las mujeres con discapacidad y ha explicado que el uso generalizado de las TICS, la posibilidad de garantizar el control constante de otras personas, la tendencia a hacer pública la vida privada, el alto grado de anonimato y la falta de conciencia real de la relevancia penal de la conducta, hacen que se favorezca la perpetración de este tipo de delitos en el ámbito digital.

Además, también ha aclarado que, algunos aspectos que dificultan la investigación en este tipo de delitos son la escasa formación de los operadores jurídicos sobre el uso de las TICS, la dificultad práctica para incorporar a la causa contenidos que aparecen en redes sociales, la saturación de Unidades de Investigación de Delitos Tecnológicos de Policía Nacional o la escasa colaboración de plataformas de redes sociales para proporcionar información.

En este sentido, se ha hecho alusión a la aplicación ‘Por mi’, promovida por la Fundación CERMI Mujeres, con el asesoramiento técnico de un grupo de personas expertas en la materia. Esta aplicación es una herramienta de concienciación, información y denuncia diseñada específicamente para mujeres con discapacidad, a través de la cual se pueden conocer ejemplos de situaciones violentas, para que ellas las puedan reconocer más fácilmente. La información de esta app está disponible tanto en lectura fácil como con enlaces a vídeos con interpretación en lengua de signos, con el objetivo de garantizar que todas las mujeres con discapacidad puedan acceder a la información contenida en esta aplicación sin restricción alguna.