El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha solicitado a los Grupos Parlamentarios con presencia en la Comisión del Pacto de Toledo que planteen como recomendación el principio general de que las pensiones por incapacidad sean compatibles con la realización de una actividad laboral, de modo que se favorezca la activación de los perceptores de este tipo de prestaciones.

Entre las propuestas de revisión y mejora del sistema español de Seguridad Social que tiene que hacer la Comisión de Pacto de Toledo, debe estar la de flexibilizar el régimen jurídico de las pensiones por incapacidad permanente, para desterrar la rígida incompatibilidad existente actualmente en el ordenamiento de seguridad social, que obliga a elegir entre pensión o trabajo.

Esta férrea disyuntiva induce a las personas que han adquirido una discapacidad mientras trabajaban, a quedarse con la pensión, y permanecer en situación de inactividad, cuando podrían en muchos casos desarrollar una actividad laboral acorde con sus circunstancias.

La legislación de seguridad social no ha de expulsar a nadie del mercado de trabajo, como sucede ahora, por aplicación de una lógica rigurosa que no admite situaciones intermedias entre el desempeño de un trabajo o la inactividad más absoluta por haber adquirido una discapacidad en el transcurso de la vida laboral.

A juicio del CERMI, hay que ser creativos y establecer una regulación que compatibilice estas dos situaciones, la debida protección ante situaciones de incapacidad y la permanencia de todas las personas, el mayor tiempo posible, en el mundo del trabajo.

Esta compatibilidad modulada beneficiaría a la sostenibilidad económica del sistema español de Seguridad Social, pues más personas durante más tiempo serían contribuyentes netos del mismo, al poder trabajar y cotizar, reduciéndose también la inactividad forzada que la actual regulación provoca.