(Madrid, 14 de enero de 2017).- El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) considera que pese a los avances que se han producido en los últimos años, “en términos generales, podemos decir que España como sociedad suspende en contratación e inversión socialmente responsable, en contratación de personas con discapacidad en toda la estructura de plantilla y órganos de dirección, y también en el diseño de servicios y productos accesibles”.
Así lo explica el presidente de la Comisión de RSE Discapacidad del CERMI, Enrique Galván, en una entrevista concedida al boletín ‘Cermi.es semanal’, que puede leerse íntegramente aquí. En ella, comenta que “la buena noticia es que conocemos el camino y tenemos las herramientas para hacer de la discapacidad un motor de transformación de las organizaciones hacia la mejora de su gestión más social, transparente, sostenible e inteligente”.
Para Galván, los meses en los que ha habido ausencia de Gobierno en plenitud de funciones han afectado también a la actividad del Consejo Estatal RSE, dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, por lo que apuesta por darle ahora un “mayor impulso”.
Además, destaca que el CERMI ha propuesto que se cree un grupo de trabajo específico sobre RSE y discapacidad, y recuerda que la entidad, con su trabajo dentro de este organismo, ha influido “en el impulso de la responsabilidad social en general y también para que se considere la dimensión de discapacidad como un vector de desarrollo y crecimiento de las organizaciones”.
Asimismo, el presidente de la Comisión de RSE Discapacidad del CERMI hace hincapié en el papel del movimiento social de la discapacidad organizada para contribuir a impulsar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. “tenemos una alta responsabilidad como elementos movilizadores en España de los ODSS al menos en tres direcciones: como productores de bienestar y apoyos a los ciudadanos, como promotores dentro del tercer sector y en la sociedad en general de ese movimiento transformador, y finalmente como palanca frente a los poderes públicos para que orienten sus políticas en esa dirección”, agrega.
En este sentido, ensalza la aportación que está realizando la Fundación Bequal con sus certificaciones a las compañías que apuestan por la discapacidad en sus políticas de RSE, de forma que las medidas positivas en favor de este grupo social sirvan de ejemplo y se acaben generalizando.
“La crisis no ha sido el mejor contexto para invitar al tejido empresarial a incorporar personas con discapacidad en su talento colectivo”, reconoce Galván, que no obstante, puntualiza que “hay quien lo ha logrado”.
En opinión de este experto, la responsabilidad social tiene que pasar de ser algo especializado a convertirse en una fórmula privilegiada de gobernar las organizaciones y relacionarnos con otras personas.
En este punto, alaba el trabajo que se realiza desde la Comisión de RSE Discapacidad del CERMI con el apoyo de organizaciones como Fundación ONCE. “La comisión es un lugar de encuentro para compartir y elaborar propuestas conjuntas de la discapacidad, con un doble objetivo: que cale la RS en nuestras propias organizaciones, y desplegar la RS con D de discapacidad en nuestro entorno”, concluye Enrique Galván.
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