• La inversión de las cajas en obra social no para de descender como consecuencia de la crisis económica

• Las nuevas exigencias del Gobierno empeorarán la situación por una nueva caída de beneficios que afectará a la obra social

• COCEMFE reclama que las nuevas entidades también reviertan sus beneficios en la sociedad


La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) quiere mostrar públicamente su preocupación ante el futuro de las cajas de ahorro y sobre todo de sus obras sociales, cuya inversión total no para de descender como consecuencia de la crisis económica.

Las cajas de ahorro tienen la obligación legal de reinvertir parte de sus beneficios en obra social. Concretamente, deben destinar al menos la mitad de esos beneficios a reservas, a pagar impuestos de sociedades y lo que queda es lo que destinan al fondo de obra social.

El principal efecto negativo de la coyuntura que estamos viviendo ha sido el descenso constante en los últimos años de la inversión de las cajas de ahorro en Obra Social, como consecuencia de una reducción en sus beneficios.

Tras conocer el anuncio realizado por parte del Gobierno de que nacionalizará las cajas de ahorro que no alcancen un mínimo de capital de máxima calidad, el presidente de COCEMFE, Mario García, ha señalado que “sin duda puede empeorar mucho la situación pues sus beneficios van a experimentar un nuevo descenso y por tanto la obra social va a caer aún más”.

“Esto en el mejor de los casos, pues con la nueva regulación las cajas de ahorro pueden transformarse en bancos, por lo que tendrán también que pagar dividendos y se reducirán aún más los beneficios, o pueden transformar la obra social en una fundación”, añade García.

La obra social de las cajas de ahorro proporciona a las entidades de personas con discapacidad una financiación importante para desarrollar sus programas de atención, construcción de centros, prestación de servicios, organización de actividades, etc. De hecho, más de un 60% de los programas financiados por obras sociales están dirigidos exclusivamente a personas con discapacidad.

Según recuerda García, “el carácter social de las cajas de ahorro lleva presente en nuestro país más de 150 años y ha adquirido una dimensión clave para la atención de colectivos vulnerables como el de las personas con discapacidad. Por todo ello, COCEMFE reclama al Gobierno que las nuevas entidades surgidas como consecuencia de la norma aprobada en 2010 mantengan la obligatoriedad legal de revertir sus beneficios en la sociedad en las mismas condiciones que lo han hecho las cajas hasta ahora, de modo que sigan luchando contra las desigualdades presentes en nuestro país”.