La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE)quiere felicitar al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad por la puesta en marcha de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud.

A través de su presidente, Mario García, la entidad ha mostrado su satisfacción tras comprobar que “la Estrategia está apostando por la prevención, al tener como finalidad mejorar la atención que reciben las personas con enfermedades crónicas y disminuir la aparición de las patologías que terminan causando discapacidades”.

La apuesta por la prevención es una de las reivindicaciones más demandadas por el sector de la discapacidad, puesto que además de que a largo plazo es más rentable económicamente, mejorará de forma extraordinariala calidad de vida, tanto de la población en general como de las personas con discapacidad y enfermedades crónicas. COCEMFE recuerda que muchas de las carencias que presentan las personas con discapacidad y sus familias en sus condiciones de vida vienen motivadas por la rígida separación que existe entre los servicios sociales y sanitarios. Por ello, considera un gran paso la apuesta que el Ministerio está haciendo por llevar a la práctica la coordinación de los servicios sanitarios y sociales,puesto que aumentará la efectividad de las diferentes actuaciones y beneficiará a las personas que necesitan ambos servicios de forma conjunta y simultánea, garantizando la continuidad asistencial.

“Los esfuerzos estratégicos a largo plazo chocan de plano con las medidas de ajuste emprendidas en materia de sanidad y dependencia. Se trata de una incongruencia para el mantenimiento de la salud de muchas personas con discapacidad y enfermedades crónicas, al establecer como complementario y con copago la prestación ortoprotésica, los servicios de rehabilitación y fisioterapia y el transporte sanitario no urgente para que determinados enfermos crónicos puedan recibir su tratamiento”, denuncia Mario García.
En este sentido, COCEMFE reitera la necesidad de evitar que la crisis siga atacando injustamente a las personas con discapacidad y con enfermedades crónicas, paralizando el cobro de los servicios que, en muchos casos, no van a poder costear y manteniendo la financiación de los medicamentos prescritos específicamente para el tratamiento de estas personas.